Cómo desconectar del trabajo
En este post te cuento algunos consejos que puedes seguir para desconectar del trabajo de una forma efectiva.
Sé por propia experiencia que no es fácil desconectar del trabajo. He tenido épocas en las que llegaba a casa después de una larga jornada laboral, y aunque mi cuerpo ya había llegado a casa, mi mente, durante horas, aún seguía en el trabajo dándole vueltas y más vueltas a algún problema.
Aunque no siempre es fácil, es muy importante desconectar del trabajo y disfrutar de todo lo que nos da la vida si queremos mantener a raya el estrés y no acabar quemados.
A continuación, te dejo algunos consejos que me han ayudado a desconectar del trabajo, incluso en momentos complicados en los que los problemas se complicaban y parecía que sólo podían ir a peor.
No rumies los problemas del trabajo
Cuando te acuerdes de algún problema del trabajo, quítatelo cuanto antes de la cabeza recordándote a ti mismo que no es ni el momento ni el lugar para resolverlo, y que ya te ocuparás de resolverlo durante tu jornada laboral.
Ningún problema es para siempre
Hazte a la idea de que todas las situaciones negativas del trabajo acaban, tarde o temprano, solucionándose de alguna manera, por lo que no merece la pena preocuparse por ellas más tiempo del necesario, y mucho menos fuera de tu jornada laboral.
Evita preocuparte por lo que aún no ha pasado
Evita preocuparte por situaciones negativas que podrían ocurrir, pero que aún no han ocurrido. Nunca se sabe qué va a pasar exactamente, por lo que preocuparte de manera desmedida por lo que podría pasar es una pérdida de tiempo y sólo sirve para que te agobies innecesariamente.
“Soy un viejo y he conocido innumerables desdichas, pero la mayoría nunca sucedieron.”
— Mark Twain
Si tienes que tomar una decisión y te preocupa lo que pueda pasar, trata de racionalizar tus miedos preguntándote: «¿Qué es lo peor que puede pasar?». En la mayoría de los casos lo peor que podría pasar no es para tanto.
No te martirices por tus errores
Todo el mundo se equivoca alguna vez, por lo que asume que puedes cometer errores y que equivocarse y fallar forma parte del aprendizaje de la vida.
Prioriza lo verdaderamente importante
La vida es mucho más que trabajar. Por muy importante que sea tu trabajo, tu vida personal, tu salud, tu familia y tus amigos lo son aún más. Si te metes esta idea en la cabeza, ya habrás dado un paso muy importante para que desconectar del trabajo no sea tan difícil.
Trabaja menos
No trabajes muchas más horas de las que deberías. Cuantas más horas alargues tu jornada laboral, más difícil te resultará liberar tu mente de los asuntos del trabajo, y menos horas tendrás para descansar.
Recuerda también que la productividad no es directamente proporcional al número de horas trabajadas, y que para ser más productivo es necesario descansar.
Cumple tu horario de trabajo
Establece un horario de trabajo y trata de cumplirlo. Te ayudará a trabajar el número de horas que debes, y no más, y a separar más nítidamente el tiempo que le dedicas a tu trabajo del que le dedicas a tu vida personal.
Si no consigues cumplir tu horario, puedes establecer una hora de desconexión. En mi caso, a partir de las 20:00 me desconecto totalmente del trabajo y me dedico a otras cosas.
Olvídate del correo electrónico
No revises el correo electrónico fuera del horario de trabajo. Si tienes el correo en el móvil, quita las notificaciones.
Posiblemente este sea uno de los mejores consejos de este post. En mi caso, esta medida tan simple ha sido una de las mejores decisiones que he tomado en mucho tiempo, y desde que no reviso el correo electrónico fuera del trabajo mi vida ha mejorado significativamente.
Haz otras cosas
Cualquier cosa que hagas que no tenga nada que ver con tu trabajo, y en la que puedas centrar por un rato toda tu atención, te ayudará a apartar la mente de los problemas del trabajo.
Ten objetivos fuera del trabajo
Fíjate objetivos que quieras conseguir fuera del ámbito laboral y trata cada día de hacer algo que te acerque un poco más hacia la consecución de esos objetivos. De esta forma tendrás algo de lo que “preocuparte” fuera del trabajo.
Pásatelo bien
No descuides tu vida social, y planifica y haz cosas divertidas con tu familia y tus amigos. En definitiva, tómate muy en serio tus actividades de ocio.
Durante mucho tiempo nos han inculcado la importancia de la responsabilidad, el esfuerzo y el trabajo, y eso está muy bien, pero dedicar tiempo al ocio es muy importante para mejorar nuestra vida.
Haz ejercicio físico de forma regular
Hacer algún tipo de actividad física varias veces por semana nos ayuda a controlar el estrés y a desconectar de los problemas del trabajo. Los efectos positivos se incrementan si la actividad física la hacemos acompañados.
Como ya te conté hace tiempo en otro post, hacer ejercicio físico de forma regular reporta muchos beneficios.
Duerme lo suficiente
Duerme las horas que necesites. Está más que demostrado que el déficit de sueño hace que los problemas nos afecten emocionalmente mucho más.
Sé positivo
En el trabajo trata de mantener una actitud positiva, a pesar de los problemas que se puedan presentar. Si te estás quejando todo el tiempo durante tu jornada laboral, te será más difícil desconectar una vez que salgas del trabajo.
Como norma general, no sólo aplicable al trabajo, no permitas que entre en tu mente ni un solo pensamiento negativo.
No te enfades
Evita enfadarte con las personas con las que trabajes (compañeros, clientes, …). La mayoría de las veces no es para tanto, y si nos ponemos en el lugar del otro veremos que casi todo es entendible, por lo que cualquier diferencia que podamos tener no merece la pena tomársela como algo personal.
Además, estar todo el día enfadado con el mundo no conduce a nada positivo y hace que después del trabajo sigamos dándole vueltas a todas esas situaciones que nos mantienen enfadados.
Evita a las personas tóxicas
En el trabajo, siempre que te sea posible, mantente lo más lejos posible de personas tóxicas. Nos pueden llegar a afectar muy negativamente y son fuente de problemas y preocupaciones.
Mejora tu productividad personal
Si tienes demasiado trabajo pendiente y se te acumulan los problemas, es más que probable que te acabes llevando parte del trabajo a casa. Si además no utilizas ningún sistema de productividad personal como Getting Things Done (GTD) o Zen To Done (ZTD), tendrás todas tus tareas pendientes rondándote por la cabeza, con todo el estrés que eso genera.
Tratar de mejorar tu productividad personal siguiendo las recomendaciones de alguno de los sistemas de productividad que existen hoy en día te ayudará a ser más productivo, a tener más tiempo libre y a liberarte del estrés.
Es posible que ya utilices un sistema de productividad personal, pero que aún así tus resultados no sean los que esperas, sientas que te falta tiempo, y no logres desconectar del trabajo de forma efectiva. En ese caso te recomiendo que revises tu sistema de productividad personal y estudies la posibilidad de mejorarlo, adaptarlo o incluso cambiarlo por otro que se adapte mejor a tus circunstancias personales y te ayude a ser más productivo.
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Y tú, ¿consigues desconectar del trabajo? ¿Cómo lo haces?